Existen una serie de estrategias que todos debemos tener en cuenta a la hora de crear una tienda online y que nos ayudarán a mantener la confianza y fidelidad de nuestros clientes. No nos engañemos: por variado que sea nuestro catálogo y atractiva nuestra página, lo que realmente busca un usuario al comprar por Internet son facilidades. Ya hemos hablado, en una anterior entrada, de las diferentes alternativas de pago seguro y sencillo que podemos ofrecer. Pero existen otra serie de consideraciones, muchas de ellas de sentido común, que no debemos olvidar.
Lo primero es ofrecer la información relativa a la compra-venta de la manera más clara y accesible posible. No hay nada más irritante que una web en la que tengamos que rebuscar hasta encontrar las condiciones de envío, gastos, etc., o en la que esta información no quede suficientemente clara. Debemos procurar incluir todo lo que se nos ocurra. Pensemos en qué nos gustaría encontrar a nosotros en una tienda online dentro de este apartado, o en la clase de preguntas que podrían hacernos. ¿A qué zonas del mundo enviamos nuestros productos? ¿Cuál es el gasto asociado para cada una de ellas? ¿Qué métodos de envío utilizamos?
No siempre vamos a poder resolver de esta manera todas las dudas, por lo que es recomendable ofrecer un formulario sencillo de “preguntas frecuentes”, para que nuestros clientes puedan ponerse en contacto con nosotros. Debemos estar muy atentos para responder de forma puntual e inmediata. Las preguntas más interesantes, o las que hayan sido realizadas por varias personas, deben pasar a formar parte de nuestro “decálogo” informativo; conseguiremos, así, mantenernos al día y mostrar que damos importancia al feedback con nuestros interlocutores.
Muchas tiendas optan por ofrecer el envío gratuito durante un tiempo, como forma de captar clientes, para después empezar a cobrarlo. Esto es, casi en el cien por cien de los casos, un grave error. El efecto rebote será mucho peor, y los clientes que acudían a nosotros llamados por esta promoción pueden sentirse decepcionados y abandonarnos. Lo mejor es elegir el siempre virtuoso término medio: ofrecer los envíos gratis a partir de una determinada cantidad de productos o dinero. Es una forma mucho más útil de aumentar las ventas y motivar a nuestros clientes.
La comunicación debe siempre estar presente. Hemos de tener preparados mails estándar para informar a nuestros clientes del estado de su pedido y de la fecha de envío. Los usuarios no deben sentirse nunca en un vacío informativo, desamparados; tal sensación redundará en desconfianza hacia nuestro negocio. Y, por supuesto, es muy importante no retrasarnos en el envío. Una espera de más de dos días suele ser fatídica para nuestra imagen como vendedores.
Imagen: GlobalSys.