Las herramientas que tenemos para difundir la creación de una tienda online son muchas y variadas. Las que suelen tener más calado son las redes sociales; ya hemos hablado en nuestra página de la mejor manera de aprovechar las más populares, Facebook y Twitter, e incluso de la posibilidad de aprovecharnos de aquéllas que tienen un corte más profesional. Sin embargo, puede que seamos personas con alma de narradores, o que nos guste realizar una labor de comunicación más extensa y elaborada. Tanto en un caso como en otro, lo mejor es recurrir, como complemento de los medios ya citados, a un blog.
Podemos integrar el blog dentro de la página, o bien utilizar alguna de las plataformas más comunes y sencillas: Blogger, Blogspot, etc. Gracias al blog, podemos convertirnos en “altavoces” de nuestro sector, dando difusión a las noticias más relevantes. Esto puede otorgarnos mucha más visibilidad de la que podemos pensar en un primer momento; si conseguimos convertirnos en una voz de referencia, inevitablemente atraeremos muchas más miradas a nuestra tienda. La otra posibilidad es la de utilizar el blog para hablar de las novedades de nuestra tienda, o incluso para del mercado en el que nos movemos de un modo más personal o subjetivo.
En todo caso, no debemos nunca olvidar las normas básicas del SEO. Una de ellas es la utilización de palabras clave o keywords: las “piedras de toque” que utilizará Google para posicionar nuestra tienda, y también las que llevarán a los usuarios hasta nosotros. Es recomendable hacer una búsqueda y conocer cuáles son las más útiles. Como consumidores que somos, además de vendedores, no tendremos demasiado problema en identificar aquellas palabras que se buscan de forma más habitual. También podemos hacer uso de herramientas externas que afinen la tarea: por ejemplo, la que nos facilita Google, o la conocida Semrush (que podemos utilizar en su versión de prueba antes de decidirnos a comprarla).
Debemos organizar las entradas de nuestro blog de la misma forma que escribiríamos cualquier otro texto: con una exposición clara, un desarrollo preciso y una conclusión que resuma todo lo expuesto. La lectura en internet, no debemos olvidarlo, se hace de una forma mucho más fugaz que en un libro: el usuario pasará la vista o deslizará hacia abajo la página con rapidez, y debemos ser capaces de llamar su atención sobre los puntos clave (al igual que hacen, por ejemplo, los titulares de un periódico) para que decida si quiere profundizar en el texto. Para ello, emplearemos las negritas, no sólo para palabras sino para frases que nos interese resaltar.