Tras crear tienda online has de poner en marcha tu negocio y darle publicidad pero, también, has de lograr hacer que los clientes lleguen a tu tienda y que estos compren. Por supuesto tienes que darles todas las garantías pues has de vender como si de una tienda física fueras.
Sin embargo, hay ocasiones en que, cuando un cliente compre, días después te pida una devolución. ¿Qué hacer al respecto?
¿Qué son las devoluciones?
Las devoluciones se producen cuando se compra un producto y no quedamos satisfechos con el mismo, o este viene deteriorado o roto. En esas ocasiones se permiten hacer devoluciones, unas veces por otro producto igual y otras veces por el dinero que has pagado por el producto.
Las devoluciones suelen tener un periodo para realizarse que puede ir de los 5 días a los 30 días. Pasado ese tiempo la tienda, es decir, tú, no tienes por qué aceptar la devolución del producto.
¿Cómo se ha de gestionar una devolución?
Para que aceptes una devolución lo primero que tienes que tener en cuenta es que el cliente ha de ponerse en contacto contigo para saber cual es el problema e iniciar la devolución. Por supuesto, en cada tienda pueden tener un proceso diferente pero en casi todas las tiendas online tienen lo mismo: primero contactar con la tienda.
El motivo es que, algunas veces, el cliente no usa bien el producto y con unas indicaciones el problema se solventa sin tener que devolver el producto, verificar su uso y finalmente devolver el dinero o enviar otro.
Si después de contactar con el cliente y no conseguir que el producto funcione, en caso de que fuera eso y no que hubiera llegado roto o deteriorado, se procede, por parte de la tienda, a retirar el producto. Los gastos de envío tienes que pagarlos tú en principio aunque hay algunas tiendas que, aunque los pagan, si después el producto no está en mal estado te lo cobran cuando te lo envían.
Una vez enviado has de verificar que está roto o que no funciona y dependiendo de eso enviar o bien el dinero o bien un nuevo producto si dispones de él. Los gastos de envío correrán por tu cuenta.
En caso de que el producto esté bien muchas tiendas lo que hacen es enviarlo al cliente con portes a pagar, es decir, que este deba pagar el importe de los gastos de envío, lo cual puede ser un arma de doble filo, ya que por ese simple detalle puede considerarse que das un mal servicio y no volver a contar nuevamente con la confianza de tu cliente.