Ya hemos hablado en alguna que otra ocasión de lo importante que puede ser para nuestra tienda online el contar con un diseño optimizado para la visualización en dispositivos móviles, siendo éstos una de las maneras más populares de navegación en los últimos tiempos. Otra de las herramientas que podemos utilizar y que sin duda puede sernos muy beneficiosa es una aplicación creada específicamente para smartphones y tablets, con la que los usuarios lo tengan todavía más sencillo para navegar por nuestro catálogo y realizar compras. Las dos opciones que debemos cubrir de forma casi imprescindible son los archiconocidos sistemas operativos iOS y Android. En el caso de este segundo, su filosofía de código abierto facilita mucho la entrada a los nuevos desarrolladores. Y todavía más, gracias a las novedades que se han desvelado recientemente.
La llamada Consola del Desarrollador, es decir, el método para subir aplicaciones a Google Play, ha incluido en estos días nuevas funciones que sin duda agradecerán todos aquellos que quieran difundir su tienda online a través de una app para móvil. Por una parte, ahora es posible editar todas aquellas aplicaciones que usen varias apks, de manera que no tengamos que subir varias versiones diferentes; y por otro lado, los nuevos apks pueden subirse sin necesidad de publicarse y que aparezcan en la tienda online Google Play inmediatamente. Esto último nos resulta extremadamente útil para corregir esos pequeños fallos que pueden surgir en el último momento y prevenir que un producto defectuoso o dañado salga a la luz.
Éstas son sólo dos muestras de la importancia que da Google Play a la calidad de sus aplicaciones y de los productos que alberga en su tienda online. Está abierta a todo el mundo, sí… pero se exigen unos mínimos para no mermar la satisfacción y la experiencia de usuario. El pasado verano también se llevaron a cabo otras modificaciones en los términos del servicio: por ejemplo, se instó a los desarrolladores a no incluir iconos o nombres que pudieran recordar en exceso a marcas ya consolidadas (una estrategia que muchos han usado para fomentar la confusión y el engaño a los consumidores), y se prohibió toda clase de spam en forma de accesos directos autoinstalables. La seguridad, por otro lado, queda controlada al restringirse las transacciones al ámbito de Google Wallet, el sistema especialmente creado por la compañía que evita la interferencia de terceras personas.