Probablemente uno de los primeros aspectos en los que reparemos al crear nuestras tienda online sea el de la publicidad. No cabe duda de que nuestro principal interés será el de comenzar a ganar dinero cuanto antes, aunque sabemos que en nuestros primeros pasos resultará difícil, y nada mejor para ello que recurrir a esos servicios de publicidad más que conocidos con los que poco a poco empezaremos a obtener beneficios. Sin embargo, no basta con convertirse en expertos usuarios de Google AdWords, por ejemplo; también es necesario echar mano de nuestra creatividad y de conocimientos más tradicionales en materia publicitaria para entender cuál es el tipo de anuncio que más nos interesa.
No todas las tiendas online tienen las mismas ambiciones o pueden atraer al público de la misma manera. Cuando vayamos a decidir qué tipo de publicidad contratar, hemos de pensar en nuestro público objetivo del mismo modo que pensamos en cuánto podemos gastarnos. En este sentido, a nivel visual, la publicidad funciona de manera similar a como puede hacerlo en un medio escrito, salvando las diferencias. Por ejemplo, tenemos la posibilidad de optar por los banners: ese tipo de anuncio que tan bien conocemos y que se extiende frente a nosotros en las páginas web que visitamos, generalmente en su parte superior o inferior. Las ventajas de los banners saltan a la vista, nunca mejor dicho: se perciben de una forma mucho más rápida y llaman mucho más la atención. Eso sí, esta condición también puede resultar un inconveniente, ya que estamos habituados por norma, teniendo en cuenta nuestro uso diario de Internet, a ignorar los banners a menos que contengan un mensaje que nos interese especialmente (o incluso bloquearlos mediante las aplicaciones adecuadas). Por ello, lo mejor a la hora de crear un banner para nuestra tienda online es no caer en esas «trampas» que buscan el clic fácil, sino concebirlos como verdaderos anuncios, con la misma voluntad creativa que tendría uno «físico».
Tenemos, por otro lado, los llamados «anuncios de texto» o text-ads. Son de menos tamaño y más «amigables», al no percibirse como intrusivos; se trata de esos anuncios personalizados que encontramos a un lado, por ejemplo, al hacer una búsqueda en Google. Serán mucho más baratos, pero también nos permitirán menos posibilidades creativas. Dependen fundamentalmente de las palabras clave de búsqueda de los usuarios, por lo que estarán más restringidos. Aun así, son una excelente opción para comenzar con nuestra tienda online.