El cashback es un modelo de negocio caracterizado por la devolución al usuario-cliente de parte de la comisión que genera su consumo. Por ello, se trata de un modelo que genera al comprador ahorro, y por ende, ventajas, beneficios y valor.
Por lo tanto, el cashback se puede ofrecer en diferentes modalidades:
- Comisión compartida: el modelo habitual. En él, se comparte normalmente al 50% la comisión, percibida por parte del establecimiento vendedor, con el usuario consumidor.
- Comisión revertida: cede esa comisión obtenida al 100% al usuario comprador, pero en cambio su vía de ingresos procede de cuotas de alta o de inscripción y permanencia anual al servicio. Esta cuota normalmente se prorratea y se consolida mediante primeros consumos, no obligando a satisfacerla en el inicio al 100%.
- Comisión revertida 100% sin Cuota: aparece mucho más atractiva como formulación, y la vía de ingresos proviene de otros conceptos. Requiere de mayor implicación en el proyecto por parte del ofertante que de actividad consumista del usuario, el cual logra así el mayor grado de beneficios.
Por otro lado, el funcionamiento del cashback está basado en la figura del intermediario para realizar una venta online. Así, el intermediario es la página web de cashback. Esto es que el usuario que quiera hacer una compra a través de Internet, en lugar de ir directamente a la web de la tienda, accede mediante un portal de cashback. Y por la intermediación, la tienda online le ofrece una comisión a la página de cashback que a su vez le da una parte o el total del importe al usuario. De este modo, el ahorro del consumidor se va acumulando de forma paulatina en su cuenta del cashback para que lo pueda gastar en sucesivas compras. Dentro de este modelo hay diferentes modalidades en función del porcentaje de la comisión que la empresa de cashback ceda a los compradores.
Por lo que el cashback es un modelo de negocio en el que todas las partes obtienen sus beneficios. Los usuarios incrementan su ahorro y las empresas aumentan sus ventas.
Por su lado, las páginas web de cashback obtienen ingresos derivados de las comisiones u ofrecer visibilidad extra a las empresas con las que tienen acuerdos.
Además, la firma que se promociona a través del cashback no tiene nada que perder, pues la comisión solo se entrega una vez que la venta haya sido realizada. Así, aunque el beneficio se reduce un poco a causa a la comisión, la venta está asegurada.
Por último, otra de las ventajas para una tienda online es que el cashback puede aplicarse a cualquier producto o servicio. Así, no hay ningún tipo de restricción en lo que se refiere al ámbito de actividad, cualquier e-commerce puede aprovecharse de las ventajas de este modelo de negocio moderno y efectivo.