El nombre que le demos a nuestra tienda online es fundamental para el éxito de la misma. Cuanto más fácil sea de recordar, como es lógico, más sencillo será el boca a boca que hará que nuestros clientes la difundan, ya sea a través de redes sociales, foros, comentarios, etc. Claro que en el mundo actual, teniendo en cuenta el auge del e-commerce y la preeminencia de Internet en todas las esferas, se hace cada vez más complicado encontrar nombres originales. Tenemos que hacer uso de nuestra imaginación, pero sin llevarlo al extremo: no podemos perder de vista la necesidad de crear urls amigables.
¿Qué conocemos como url amigable? Es el concepto que aúna que una dirección pueda ser indexada por Google fácilmente, y al mismo tiempo sea fácil de recordar para el usuario. Existen normas básicas que parten de la lógica, más que de otra clase de aspectos más sofisticados: por ejemplo, es recomendable utilizar entre tres y cinco palabras, no más, para el nombre de una tienda online, con guiones medios (más sencillos de escribir que los bajos) y sin caracteres extraños o excesivamente localizados. Hay que tener mucho cuidado con el uso de mayúsculas y minúsculas, y preferiblemente usar las segundas.
Es importante que las url, tanto las que dirigen a la página principal de nuestra tienda online como a las diferentes secciones de la misma, sean suficientemente descriptivas. Si vendemos componentes para ordenador, por ejemplo, no basta con que nuestra página se llame «ventacomponentes». El usuario debe saber de inmediato dónde está entrando y qué va a encontrar. Lo mismo a la hora de escoger las palabras: para no caer en el efecto contrario y el «oscurantismo», tenemos que buscar términos descriptivos pero no excesivamente técnicos.
El posicionamiento en buscadores que conseguiremos haciendo uso de estrategias de este tipo será mucho mayor que si empleamos lo que se conoce como «urls sucias», de tipo dinámico, que Google no sea capaz de rastrear como es debido. Si ya resulta muy importante en cualquier página web, mucho más en una tienda online; es habitual, como sabemos, que los consumidores busquen descripciones de productos muy específicas, y recuerden precisamente las urls en las que los encuentran con su mismo nombre. Nunca es tarde para arreglar un problema en nuestras urls (que es algo más común de lo que podríamos pensar); si sospechamos que ése es el problema que impide las visitas a nuestra página, podemos crear nuevas direcciones amigables y hacer un redireccionamiento hacia éstas.