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¿Debe nuestra tienda online contener música?

La música en las páginas web siempre ha generado opiniones controvertidas. Normalmente no es un recurso del agrado de nadie, ¿quién no se ha apresurado a cerrar una página en el momento en que comienza a sonar una melodía a la que nadie ha pedido entrar en escena? Sin embargo, es cierto que  muchas empresas y marcas se han quedado grabadas en nuestra memoria precisamente gracias a su música, que hemos escuchado en anuncios en televisión o radio. Como tienda online, ¿dónde está el término medio? ¿Debemos o no recurrir a esta herramienta en nuestra página?

Es cierto que hay un aspecto que no debemos descuidar, el del audiobranding. Igual que unos colores o unas formas concretas pueden provocar en nosotros sensaciones y determinadas asociaciones de ideas, la música puede hacer otro tanto. Por ello, no está de más que encontremos una identidad en este sentido, quizás con una melodía de nuestra propia creación, elaborada por un creativo igual que nuestra imagen de marca; o un fragmento de una canción conocida y fácilmente identificable por quien entre en nuestra tienda online. Se trata de un aspecto que puede contribuir a darle personalidad y algo de vida a nuestra página. Pero hemos de saber emplearlo en su justa medida, con cuidado y sin saturar a nuestros visitantes. La línea que separa una cosa de la otra es muy fina y puede desdibujarse fácilmente, con nefastas consecuencias.

La música que identifique a nuestra tienda online, si la tenemos, debe ser corta. Apenas unos segundos, una especie de cortinilla introductoria. Puede servir para llamar la atención, desde luego, pero si se extiende demasiado puede generar rechazo. En caso de que queremos aprovecharnos de una canción ya existente, debemos tener mucho cuidado con los derechos de autor; quizás, en este caso, una versión o una modificación pueden ser más útiles y evitarnos riesgos de cualquier tipo.

En todo caso, si queremos emplear el audiobranding, lo mejor, como hemos comentado, es recurrir a un creativo que elabore nuestra música de manera personal, trasladando a ella nuestros valores asociados . Si no tenemos los medios o podemos costeárnoslo, también existen repositorios musicales o fondos de música asociados a contenido libre entre los que escoger. Tanto en un caso como en otro, no elijamos a la ligera: busquemos y comparemos hasta estar seguros de que transmite lo que deseamos realmente.