El proyecto de lanzar una tienda online nos puede llevar meses, tanto si somos ya veteranos en la materia como si nos embarcamos por primera vez en esto del e-commerce. Un largo tiempo de preparar estrategias y planificar formas de comunicación con nuestros potenciales clientes que tendría que verse materializado en éxito, especialmente durante las primeras semanas de vida. Lo importante es saber crear expectación, de forma que se hable de nosotros incluso antes de que hayamos salido a la luz. Eso que en la jerga de Internet, hoy en día, se conoce como hype.
Hay muchos medios para ello, desde campañas virales hasta conseguir posts patrocinados en páginas del sector. Lo idóneo es que nuestra campaña de márketing comience, por tanto, antes incluso del lanzamiento de nuestra tienda online. Nuestras redes sociales deben empezar a trabajar antes, y debemos comenzar como usuarios reales, dejando a un lado la promoción e integrándonos en las conversaciones relevantes. Si captamos la atención de los llamados influenciadores en Twitter y Facebook, por ejemplo, y conseguimos que hablen de nosotros o se interesen por el futuro lanzamiento de nuestra tienda online, tendremos un gran paso conseguido.
Otro aspecto importante para preparar el prelanzamiento es tener nuestra página operativa desde el primer momento. Aunque sólo sea la portada, llamativa y con nuestro logotipo y datos de contacto. Naturalmente, si tenemos una frase o un eslogan efectista, mucho mejor. Podemos añadir un formulario de contacto para que los interesados se apunten a una newsletter y se encuentren informados en el momento en que demos el pistoletazo de salida a nuestra tienda online. Todo ello contribuirá a aumentar la curiosidad, y por supuesto dará una sensación más cuidada a la web.
Otra opción, quizás más trabajosa pero que puede dar muy buenos resultados, es la de comenzar primero con el blog de nuestra tienda online. Esto exigirá que le dediquemos tiempo a incluir información relevante: sobre nuestro progreso, mostrando lo que vamos a vender, etc. No sirve de nada tener un blog para llenarlo de «morralla», eso debemos tenerlo claro (y es algo en lo que hemos incidido varias veces por aquí). Si el tiempo no nos lo permite (los primeros pasos de un negocio son, sin duda, los que ocupan más horas), podemos recurrir a la opción que ya hemos comentado de pagar a alguien para que nos redacte un contenido patrocinado.