Como sabemos bien, los colores que escojamos para una página web pueden influir decisivamente en la percepción que nuestros usuarios tengan de ella, y en el uso que terminen por darle. No es sólo un asunto estético. Es lo mismo que sucede con la decoración o el vestir: muchas veces no es tanto algo relacionado con el gusto personal, sino realmente con lo que queramos transmitir. Ésta es la misma filosofía que debemos tener en mente para nuestra tienda online: que sea agradable a la vista y a nosotros mismos, claro está, pero al mismo tiempo que produzca efectos positivos en los visitantes. No son pocos los casos de páginas que son rechazadas o caen en el olvido precisamente por un diseño poco acertado a nivel estético (seguro que todos podemos citar algún ejemplo…).
Si tenemos nociones en lo relativo a decoración o diseño, no tendremos problemas en elegir los colores más adecuados para nuestra tienda online basándonos en los referentes universales. Los colores fríos, como pueden ser los azules o los verdes, suelen ser indicativo de sobriedad, tranquilidad, relajación en función de la gama que escojamos. Otorgarán a nuestra página un aspecto elegante, que puede, sin embargo, ser un tanto contraproducente si nuestro target es el público más joven.
En cuanto a su opuesto, los colores cálidos, como los rojos o los naranjas, seguro que podemos imaginarnos sin mucho esfuerzo cuál es su efecto en nuestro público: serán los encargados de que nuestra tienda online transmita urgencia, arrojo, dinamismo. Es lo que debemos escoger si queremos que nuestra página tenga un aspecto juvenil o desenfadado. Podemos combinarlos con los fríos, sin embargo, de manera que podamos atraer la atención hacia determinados sectores de la web mediante rojos, por ejemplo, y destacar otros de manera más sobria.
No podemos olvidarnos, por último, de los conocidos como colores neutros. Los blancos y los negros no sólo se emplean para las tipografías: en una tienda online, pueden ser aquellas zonas destinadas al descanso de la vista, o bien a guiar la atención de una manera determinada. Una línea recta negra será percibida de manera casi inevitable como un «camino» a seguir, y lo mismo podemos decir de las zonas blancas, remansos de tranquilidad que evitarán la saturación en la web.