Últimamente parece que escuchamos esta palabra a todas horas. El crowdfunding está presente en todas partes como una nueva alternativa para conseguir objetivos careciendo de financiación o ahorros, algo que puede ser interesante en los primeros pasos de nuestra tienda online. Como indica su nombre en inglés, con él se apela a los microinversores: la comunidad de personas interesadas en nuestro proyecto que aporta una cantidad determinada para financiarlo. En función de la cantidad se obtiene una recompensa determinada; esto es un aliciente, claro está, ya que cuanto mayor sea la aportación, más interesante puede ser el «premio» que se consiga.
Sin embargo, como sucede en casi todos los ámbitos, lo que empezó siendo una alternativa para quienes no tuvieran suficientes recursos se ha convertido en poco menos que una moda a la que cualquiera puede adscribirse, gracias a las numerosas páginas dedicadas a ello. Desde la pionera y archiconocida Kickstarter hasta Indiegogo, especializada en proyectos con una salida minoritaria, o las españoles Verkami y Lánzanos. Esto lleva, naturalmente, a que a veces se confundan los proyectos que realmente necesitan de esta clase de financiación con los que buscan lucrarse o se amparan en un nombre conocido para conseguir su objetivo. Si pensamos que el crowdfunding puede ser una alternativa para lanzar nuestra tienda online, debemos saber cómo destacar entre la maleza. Y en gran medida lo conseguiremos gracias a las mencionadas recompensas.
Aunque sin duda habrá muchos inversores que nos financien por confianza y afinidad con nuestra idea, otros muchos se decidirán a hacerlo si consideran que el beneficio que obtendrán será adecuado, y por supuesto si les resulta llamativo. Hemos de intentar que desde una cantidad muy pequeña se pueda conseguir una recompensa interesante, de tal manera que incluso el que aporte un euro salga beneficiado. Además de atraer la atención, ayudaremos a crear simpatía hacia nuestra marca (algo muy importante en el momento en que nuestra tienda online salga a la luz para ayudar a crear comunidad) y probablemente también consigamos una mayor difusión boca a boca.
Con respecto a las diferentes plataformas de crowdfunding que podemos elegir, naturalmente Kickstarter, la de mayor difusión, puede ser la primera opción que consideremos. Pero si nuestro negocio se va a dirigir fundamentalmente al público dentro de nuestras fronteras, haremos bien en pensar antes que nada en las citadas Lánzanos o Verkami, o en algunas de las muchas alternativas que van surgiendo día a día.