En los últimos años, el volumen de compra y venta de productos a través de Internet ha aumentado vertiginosamente. Si miramos datos oficiales, según el último estudio que publicó la Federación de comercio electrónico y marketing directo de España (FECEMD) en 2008, durante el año anterior, se generó un volumen de negocio que superó los 4.700 millones de euros. En otros datos, se aumentó el volumen de compras y ventas en Internet en un 71,4%.
Si nos fijamos en el porcentaje de internautas que se han convertido en compradores online, han pasado de ser el 27,3% en 2006 al 40% en el año siguiente, gracias a la confianza que se está generando en los compradores, gracias a campañas de concienciación y a la mejora del control de los comercios online.
Con cifras tan alentadoras, muchos se están animando a montar su propio negocio online B2C (business to consumer) o lo que es lo mismo, «de negocio a comprador». Esto significa que se eliminan intermediarios, como por ejemplo los distribuidores, que tradicionalmente se han llevado los mayores porcentajes en las ventas, lo que beneficia tanto a vendedores como a compradores.