El social ecommerce es una ramificación del comercio electrónico que implica la utilización de las redes sociales para ayudar en la compra y venta en línea de productos y servicios. El término acuñado primera vez por Yahoo en noviembre de 20051 con el fin describir un conjunto de herramientas de compra colaborativa.
Hoy en día, el comprador, cada vez más, busca, lee y compara información sobre sus intereses; las empresas tienen que estar en los lugares donde se produce este hecho para ayudar en la decisión de compra, facilitando las herramientas precisas para la interacción marca-usuario y usuario-usuario.
Las ventajas que aporta amparan el arduo trabajo de los e-commerce para convertirse cada vez más en una plataforma más social que facilite al máximo el path to purchase de los compradores.
En la actualidad, los social media son un flamante canal por el que el usuario y posible comprador busca y se informa antes de hacer una compra Así que las marcas deben tener en cuenta este hecho cuando venden sus productos online.
Por lo tanto, el social ecommerce es una parte del comercio electrónico que dentro de su estrategia utiliza los medios o canales que el usuario tendrá en cuenta a la hora de comprar un producto. Se adapta así el comercio electrónico a la evolución propia del marketing en los social media.
Hoy en día, aproximadamente el 90% de las compras están sujetas a la influencia social, ya que para los futuros consumidores de un producto es muy relevante la opinión que tus anteriores clientes tengan del mismo. Por ello, las redes sociales se han convertido en un sitio de conversación entre los diferentes usuarios, y a él se dirigen muchos para conocer y recoger dicha opinión.
Actualmente el área del comercio social se ha expandido hasta incluir todo tipo de herramientas en los medios sociales y contenidos generados en el contexto del comercio electrónico, pudiendo así citar como ejemplos de comercio social las valoraciones y análisis de productos, recomendaciones por parte de usuarios, herramientas de compra social, foros y comunidades, optimización de medios sociales, aplicaciones sociales y publicidad social.
Por último, el principal objetivo del social ecommerce, no es vender, sino escuchar a los usuarios y lograr generar interacción por parte de ellos. Dicha interacción fortalecerá la unión con el consumidor y posiblemente en un futuro generará una venta. Hay que convencer más que vende en sí.