Uno de los aspectos que más reticencias producen en los usuarios del e-commerce a la hora de decidirse por una tienda online de reciente creación es la fiabilidad de los envíos. ¿Llegará en los plazos establecidos? ¿Lo hará por canales adecuados, llegará el paquete en buen estado? Muchas veces, estas dudas razonables provocan que los compradores se aferren a una máxima no por vieja menos sabia: «más vale malo conocido que bueno por conocer».
Debemos cuidar al máximo todo lo referente a los envíos en los primeros pasos de nuestra tienda online, y sobre todo hemos de facilitar, en la medida de lo posible, la recepción de los productos. Algunas personas pasan mucho tiempo fuera de casa o no tienen posibilidad de acudir a una oficina de correos o de mensajería, con lo que comprar online, lejos de suponer la comodidad que debería, se convierte en una odisea. Pensando en este sector, que no es tan escaso como podríamos pensar, podemos proporcionar la opción de recoger los pedidos en una tienda física.
Si nuestra tienda online pertenece a una franquicia o es la traslación virtual de un negocio físico, esto se convierte en un añadido prácticamente inevitable. Pero si no es el caso, podemos pensar en ello como un plus que sin duda agradará a muchos clientes y les moverá a elegirnos frente a otras tiendas de la competencia. Lo tendremos muy fácil si ya somos dueños de una tienda física: podemos ofrecer venir a recoger los pedidos a ella, algo que además puede hacer que ambos negocios se retroalimenten entre sí. Si no es el caso, siempre podemos pedir el favor a algún conocido para ello.
Aunque podemos pensar que esta tendencia a la simbiosis entre tienda online y física se da sólo en los pequeños negocios, lo cierto es que son cada vez más las grandes cadenas que optan por ofrecer esta posibilidad, conscientes del beneficio que puede ofrecerles. Supone una manera de paliar esa desconfianza siempre existente en los consumidores, sobre todo en aquellos que no estén tan habituados a la vida digital. Tenemos el caso paradigmático de Mango, por ejemplo, que incluso ayuda en la propia tienda física a familiarizarse con su aplicación online para buscar modelos que no se encuentren disponibles, y por supuesto permite la reserva a través de ella para recogerla en otro momento. Un ejemplo a seguir, y que sin duda será imitado por otras muchas.