Cuando estamos convencidos de que queremos, y podemos, emprender un negocio de venta online de los productos que conocemos nos empiezan a surgir las típicas dudas: como, quien, cuanto… es decir, como poner en marcha tal empresa, a quien encomendaremos dicho cometido y los gastos inherentes al proyecto, porque haberlos los hay…
Hay quien,a la hora de crear tienda confía en un programador para que diseñe desde cero el sitio; esta ha sido la opción más utilizada en los primeros años de la aparición del e-commerce, pero hoy en día esta se convierte en una alternativa prácticamente impensable, principalmente por motivos de coste. Ya no solo es el gasto por «levantar» el proyecto, sino la necesidad de una constante actualización de los stock, la modificación de precios, la aplicación de nuevos contenidos, etc…, esto nos obligaría a seguir manteniendo la tienda a precio de oro, cuando ese no es el objetivo.
Otra posibilidad es embarcarse en solitario, usar uno de los tantos gestores de contenidos que existen e instalarle un complemento (extensión) que permita crear una tienda online a partir de una plantilla predeterminada. Suena muy bien, pero… ¿dónde queda la imagen de nuestra tienda? ¿realmente es «nuestra» tienda? porque, a poco que nos fijemos en otras del mismo estilo serán prácticamente calcadas a la nuestra, es lo que tiene usar una plantilla que a otras miles de personas les ha gustado, al igual que a nosotros…
Entonces, ¿cuál es la elección más acertada?. Afortunadamente siempre hay soluciones, que no han de suponer ninguna radicalidad en nuestros dilemas, todo lo contrario. Podemos gestionar nuestra tienda online, ser totalmente autónomos en lo que a su administración y control se refiere, tener un diseño único que nos represente y que guarde la imagen corporativa que queremos y, por si esto fuera poco, contar con el respaldo de una empresa que se haga cargo de la parte técnica, que nos ponga en marcha el proyecto desde sus inicios conforme nuestras expectativas y que nos resuelva cualquier incidencia, pero sin los desorbitados costes que supondría tener a nuestra disposición un programador informático.
Esto ya suena mucho mejor ¿verdad?, y es que la opción de las tiendas autogestionables no solo nos proporciona libertad de elección y actuación, sino que no nos deja solos en el camino. Porque, además, no todos los proyectos son igual de ambiciosos ni las necesidades de negocio las mismas, siempre podrás acogerte a uno de los diversos planes de precios que te propongan.
Porque tu negocio online ha de proporcionarte, no solo ingresos sino satisfacciones, poder empezarlo tú mismo, tomar el control, pero tener a una empresa detrás que no deje nada al azar, es el binomio perfecto para el éxito de un negocio virtual.